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Archive for the ‘canchallena.com’ Category

A 100 días del Mundial, canchallena.com lanza un nuevo producto en formato audiovisual.

Desde mañana, todos los miércoles podrán ver el micro «Destino Sudáfrica«, con la descontracturada conducción de Jeremías Prevosti y Javier Saúl, y la brillante edición de Guadalupe Aizaga.

Aquí va el avance:

Los vídeos de Vodpod ya no están disponibles.

También hay detrás de escena, el cual se comparte:

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Entrevista publicada en canchallena.com

En una entrevista con canchallena.com , el volante de Boca le puso el pecho a la realidad de su equipo y no eludió la autocrítica; «El balance no fue bueno; no pudimos lograr los objetivos que nos habíamos propuesto», analizó.

Por Pablo Lisotto
De la redacción de canchallena.com
.- El volante Sebastián Battaglia realizó un balance sobre el flojo año de Boca, en una entrevista signada por una clara autocrítica.

«La verdad es que el balance no fue bueno. Este 2009 hay que dejarlo atrás. Los objetivos que nos habiamos propuesto no pudimos lograrlo y fue un año negativo. Así que esperamos arrancar el 2010 de la mejor manera, para poder ganar el torneo, que es a lo que vamos a aspirar», analizó el volante, en una entrevista con canchallena.com

El camino de Boca, sobre todo en el Apertura 2009, tuvo altos y bajos. Por momentos, el equipo jugó realmente mal, como la olvidable noche ante Godoy Cruz, que terminó con la renuncia de Basile y su posterior marcha atrás, mientras que en otras situaciones, pareció verse a un equipo sólido y ganador, como la seguidilla ante Vélez, Racing, Tigre, River (a pesar del empate) y Chacarita), para luego volver a caer en un pozo ante Central, Colón y Arsenal, y despedirse del Apertura y de la Libertadores.

Acerca de ese «sube y baja» que vivió el nivel futbolístico xeneize, Battaglia fue de frente, como en cada cruce suyo en el campo de juego, y no evitó la autocrítica: «Tenemos que tener esa regularidad que por ahí aún no encontramos. Por ahí se hizo un muy buen partido y se ganó, y luego en otros no pudimos lograr eso. Entonces tenemos que ser más regulares, pensar cada uno en su posición qué cosas hizo bien, qué cosas mejorar y tratar de mejorarlas para que el equipo funcione de la mejor manera.»

Ese vaivén le impidió a Boca no jugar la Libertadores, algo que en esta década sólo le había sucedido en 2006. «No jugar la Copa es una situación difícil y fea porque Boca está acostumbrado a jugarla, así que es un golpe duro para todos.»

Sueño albiceleste

Sebastián Battaglia sabe que en los próximos meses se juega todas sus chances mundialistas, y se prepara para afrontar la primera parte del año con todo, para convecer a Maradona.

«Las expectativas de cara al Mundial son las mejores. Ahora estoy pasando por una lesión, pero estoy haciendo todo lo que corresponde para empezar el 2010 con, digamos, buena salud deportiva, como para jugar sin problemas y esperar una chance de ser citado», confió.

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Francisco Schiavo es periodista y uno de mis compañeros de trabajo en la redacción de La Nación Deportiva y canchallena.com.

Tuvo la suerte de ser el enviado especial del diario a Dubai, para cubrir el Mundial de Clubes que disputa, entre otros, Estudiantes de La Plata y Barcelona de España, que hoy se juega su pase a la final (donde ya espera el Pincha) ante Atlante de México, un equipo comandado por Santiago Solari, que puede tanto complicar y eliminar a los catalanes, comoperder por goleada. No hay, al menos desde mi punto de vista, término medio.

Además de sus crónicas, «Pancho» envía unos relatos que forman parte de los típicos recuadros titulados «De viaje», donde se habla de aspectos de «color» que vive durante su cobertura.

En este caso, el texto narra un diálogo que mantuvo con un taxista en Abu Dhabi.

Ojalá les guste.

¿Quién es Messi?

Por Francisco Schiavo / Enviado especial

ABU DHABI.– Salvo algunas excepciones, los taxistas son generadores de conversaciones por naturaleza. Aquí y en cualquier parte del mundo. En inglés o en español, siempre hay algo de qué hablar con ellos. O de qué enterarse… Son como una especie de psicólogos urbanos al alcance de la mano. Si hasta ya se hicieron varios programas de TV en el mundo con esa temática.

Los taxis van y vienen a una alta velocidad en Abu Dhabi. Hay dos clases: unos grises y amarillos, con autos últimos modelos y choferes pulcros, y otros blancos, no tan nuevos y con conductores más arriesgados y gruñones, que, por ejemplo, se fastidian hasta los gritos cuando se les pide una factura. «¡No, ticket; no, ticket!», se empecinan, por más que después los hagan de puño y letra.

A favor del manejo rápido habrá que decir que por aquí no hay calles estrechas ni laberínticas, por lo menos en los puntos cruciales de la ciudad. Casi todas son avenidas con tres o cuatro carriles y la circulación se hace muy fluida, incluso pese a las serpenteantes rotondas que matizan las rectas. Las bocinas no se usan. Tanto que en cuatro días no se oyó ninguna. Ayuda mucho que las cuadras son mucho más largas que en la Argentina y que las manzanas son como una especie de bloques.

La conversación con Jesús, un simpático chofer filipino, empieza mientras acelera su Mitsubishi. Habla en inglés porque dice que no recuerda demasiado el español. La charla se vuelve entrecortada hasta que él pregunta la nacionalidad de los enviados. «Oh, argentinos… Maradona, el mejor del mundo», dice y sonríe, mientras mira por el espejo retrovisor. Una respuesta previsible: «Ahora el mejor del mundo es Messi», agrega el cronista. No entiende la situación y baja el volumen de la radio, que había quedado fija en la FM 106.0, que pasaba temas melódicos y pop todos en inglés. Jesús se sorprende y sorprende: «Messi, ¿who’s Messi?» (¿Quién es Messi?). Y no se rinde. «Ahora no veo mucho fútbol. Vi el fútbol de antes.» Hasta que el destino, el centro de prensa de la FIFA en el estadio Mohammed Bin Zayed, corta la charla.

Sí, Jesús es uno de los pocos: para él, Messi y Maradona por ahora no tienen comparación. Ni esta enterado de la existencia de Leo. Y lo confirma con un brazo fuera de la ventana y un saludo enérgico: «¡Maradona, Maradona!».

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Publicada hoy en canchallena.com

Seis de los siete equipos argentinos que disputaron la Intercontinental (Mundial de Clubes desde 2005) dieron la vuelta olímpica; la excepción es Argentinos, pese a cumplir un gran papel; el Pincha quiere repetir, 41 años después

A lo largo de la historia, seis de los siete equipos argentinos que lograron disputar la copa Europeo-Sudamericana, o Intercontinental, pudieron alzar el preciado trofeo. La excepción es Argentinos Juniors, que en 1985 le jugó de igual a igual a un extraordinario conjunto de Juventus, y recién cayó en los penales, en un partido que aún hoy se recuerda.

En total, la Argentina logró 9 copas Intercontinentales. Por el contrario, fueron 7 los subcampeonatos.

El que más copas cosecha es Boca Juniors, que se consagró en 1977 (los partidos se jugaron en 1978), en 2000 y 2003.

En la primera ocasión debía enfrentar a Liverpool, pero no hubo acuerdo con las fechas y los ingleses decidieron dejarle su lugar a Borussia Mönchengladbach, subcampeón de Europa. Igualó 2 a 2 como local, pero sorprendió en suelo alemán, donde goleó 3 a 0 (goles de Felman, Mastrángelo y Salinas) y alzó el trofeo.

Debieron pasar 22 años para que el xeneize vuelva a consagrarse. El 28 de noviembre venció 2 a 1 a Real Madrid en Tokio, con dos goles de Martín Palermo, mientras que el brasileño Roberto Carlos descontó para el conjunto español.

Sólo tres años después, los colores azul y oro volvieron a celebrar en la capital nipona. El 14 de diciembre de 2003, superó a Milan por penales, luego de igualar 1 a 1 (Tomasson para los nerazzurro y Matías Donnet para Boca), en una definición consagratoria para el arquero Roberto Abbondanzieri.

Además, no pudo repetir en 1978 (la final con Liverpool jamás se programó porque Liverpool no quería viajar a la Argentina), mientras que en 2001 cayó 1 a 0 con Bayern Munich y en 2007 Milan lo goleó 4 a 2 con un Kaká en su máximo nivel.

Dos gritos Rojos

Independiente suma dos copas Intercontinentales. El primer éxito se produjo en 1973, cuando venció 1 a 0 a Juventud, con un golazo de Ricardo Bochini. El campeón de Europa había sido Ajax, pero por problemas económicos decidió no participar.

La segunda consagración se produjo hace 25 años, cuando superó en Tokio a Liverpool por 1 a 0, con gol de José Percudani.

Contrariamente, el equipo de Avellaneda es, junto con Milan, el que más finales perdió, con cuatro. Inter de Italia fue su verdugo en dos ocasiones (1964 y 1965), el Ajax holandés lo amargó en 1972 y Atlético Madrid lo venció en 1974.

La Academia, pionera

Racing Club fue el primer equipo argentino en consagrarse campeón del mundo. El histórico éxito lo logró en 1967, cuando el Chango Juan Carlos Cárdenas clavó un golazo en el estadio Centenario de Montevideo y selló la victoria por 1 a 0 ante el Celtic escocés.

La mística pincharrata

Estudiantes de La Plata tocó el cielo con las manos en 1968, cuando el equipo conducido por el legendario Osvaldo Zubeldía, que había ganado 1 a 0 en La Plata, logró un épico empate en el Old Trafford inglés ante Manchester United y se trajo la copa a la Argentina.

Hasta 2009, las otras dos veces que disputó este trofeo se fue derrotado. Milan lo venció en 1969, mientras que un año después el título fue para el Feyenoord holandés.

Una deuda con la historia

River Plate logró su primera copa Libertadores en 1986, luego de acariciarla en 1966 y 1976. Por eso, semejante hito merecía un esfuerzo más. Su rival en Tokio fue Steaua de Bucarest, Rumania, y el uruguayo Antonio Alzamendi fue el encargado de marcar el 1 a 0 con el cual el pueblo riverplatense coronó una temporada brillante, en la cual se proclamó campeón local, continental e intercontinental.


Diez años después volvió. Pero en 1996 Juventus se quedó con la copa luego de ganar 1 a 0 con gol de Alessandro Del Piero.

Esta noche es la noche

Vélez podría haber jugado 100 partidos contra el poderoso Milan italiano de 1994. Sin embargo, el 1 de diciembre fue el Fortín el que se coronó campeón en Tokio. Con un gol de penal marcado por Roberto Trotta, y una avivada de Omar Asad ante un error defensivo, los de Liniers ganaron 2 a 0 y Carlos Bianchi levantó la primera de sus tres copas intercontinentales.

Campeón sin corona

De un lado, Vidallé, Domenech, el Pepe Castro, el nene Commisso, el Panza Videla, Batista, Ereros y un joven llamado Claudio Borghi. Del otro, Stefano Tacconi, Antonio Cabrini, Gaetano Scirea, Aldo Serena, Michel Platini y Michael Laudrup.

Un equipo de barrio contra, tal vez, el equipo de Juventus más poderoso y vistoso de su historia. El partido fue emocionante, mágico, sensacional, estupendo. De la mano de un Bichi Borghi en su máximo esplendor, el Bicho estuvo dos veces en ventaja (1 a 0 y 2 a 1, con goles de Ereros y Castro) y estuvo a minutos de la hazaña. Pero Platini de penal y Laudrup, a 8´ del final, forzaron el alargue.

El 2 a 2 fue inamovible y todo se definió por penales. Allí, Tacconi atajó dos y la Intercontinental tuvo destino italiano.

De todas maneras, aquella final perduró en el tiempo y es aún considerada como la mejor de la historia de esta competición.


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